Si ya conoces la hospitalidad de Dublín y el patrimonio de Cork, en el sur, ¿qué te parece saltar a la costa oeste de Irlanda? Aquí, entre vertiginosos acantilados y pequeñas ciudades, se concentra un destilado del auténtico espíritu irlandés. La nueva ruta que conecta Shannon con Madrid –desde el 28 de octubre, con dos vuelos semanales– facilita esta apasionante aventura en la isla esmeralda.
1. El Parque Natural Connemara


Empezamos nuestra ruta en uno de los seis parques nacionales con que cuenta Irlanda, el de Connemara, un paisaje dramático y cinematográfico, que Oscar Wilde definió como belleza salvaje y que enamoró a numerosos cineastas –cuenta con una ruta propia– sirviendo de escenario a, por ejemplo, El hombre tranquilo. Es además tierra de leyendas y ponis, con muchas propuestas de rutas.
2. Galway


Una hora en coche separa el aeropuerto de Galway, uno de los enclaves más bulliciosos, bohemios y vibrantes de la costa oeste y con una pasado comercial que la vincula a nuestro país, hasta el punto que la clase alta dublinesa decía que esta ciudad era más española que irlandesa. Aquí se escucha música local, se vive en la calle, se cultiva la diversión y, desde luego, se comen ostras, su gran joya gastro.
3. Doolin


Antes de llegar a los acantilados de Moher, Doolin es uno de los enclaves más entrañables y pintorescos de la costa oeste. Su paisaje parece tan sacado de un cuento que te será fácil presenciar escenas bucólicas que reúnen casitas tradicionales pegadas a la costa y caballos pastando en las praderas. Es también un buen destino para indagar en la música tradicional y para saltar a las Islas Aran.
4. Acantilados de Moher


Sólo por asomarse a este espectacular escenario y ver el océano desde sus 214 metros de altura merecería la pena venir a la costa oeste de Irlanda. Nos referimos a los acantilados de Moher, todo un icono del país. En el condado de Clare, en plena Ruta Costera del Atlántico, encontrarás este imponente mirador natural que la Unesco ha catalogado como Geoparque Global.
5. Parque Natural de Burren


En el condado de Clare, el parque nacional El Burren es una zona caliza excepcional, única en Europa. Su geología, flora, cuevas, arqueología, historia y tradiciones la distinguen como un lugar repleto de misterio y belleza en el que las flores árticas y alpinas crecen junto a especies mediterráneas. Además, existen más de 2.700 monumentos registrados, algunos con más de 6.000 años de antigüedad.
6. Limerick


Nada más llegar a Limerick sentirás que ya has estado en esta ciudad pegada al río Shanon y, en realidad, la conoces más de lo que crees: aquí nació el autor de Las Cenizas de Ángela o Dolores O’Riordan, la cantante de The Cranberries. ¿Lo mejor? El castillo del Rey Juan –construido sobre un asentamiento vikingo–, la Catedral de Santa María y el Milk Market, un contenedor gastro cultural.
7. Adare


Si buscas un rincón lleno de magia y autenticidad, donde la desconexión urbana sea una tarea sencilla, haz una parada en Adare. Te gustará su estética medieval y sus cottage, las coloridas casitas típicas con el techo de paja que son ya símbolo de la arquitectura tradicional irlandesa. Cercano a Limerick, el espacio ofrece un interesante patrimonio, con la iglesia de la Sagrada Trinidad o la Abadía Agustina.
8. Acantilados de Kilkee


Más bajos y menos famosos que los de Moher, pero igual de espectaculares, los acantilados de Kilkee son otra visita más que recomendable. Los encontrarás bajando la costa hacia el sur, con ese halo de autenticidad que imprime el estar alejado del turismo convencional. Su carácter solitario trae también un plus para los amantes de los pájaros, con colonias de gaviotas boreales, oropéndolas y halcones.
9. Parque Nacional Killarney


Terminamos la ruta como la empezamos: en un paisaje que derrocha naturaleza y autenticidad. Es el parque nacional de Killarney, en el condado de Kerry. Aquí están los lagos de Killarney y los Reeks de McGillycuddy, la cadena montañosa más alta del país. Y por aquí pasa también el espectacular Anillo de Kerry, una ruta circular de 200 kilómetros que lidera belleza en un país con la competencia muy alta.
La imagen que abre el texto es Galway | © Marc Jennings. Tourism Ireland

